Inversión en activos intangibles, productividad y crecimiento económico

31 julio, 2018

ECONOMÍA – Artículo publicado a 31 de Julio de 2018.


Crecimiento económico, competitividad, productividad del trabajo, eficiencia… son conceptos sobre los que hemos oído y leído infinidad de veces. El interés que despiertan es común y tan antiguo como la humanidad y la economía. No son pocos los autores (Adam Smith, Schumpeter, Keynes etc.) de reconocidas obras que han dedicado sus esfuerzos a estudiar alguno de estos conceptos desde diferentes enfoques. La preocupación por estos temas es recurrente aunque incorpora nuevos elementos resultantes de nuevos problemas y nuevos instrumentos de análisis.


Desde 1995 la tasa de crecimiento de la productividad horaria del trabajo en la mayoría de países miembros de la Unión Europea está mostrando una tendencia decreciente, comportamiento que se agrava con el inicio de la Gran Recesión en 2008. Dos breves períodos de tiempo previos a la crisis del 2008 constituyen una excepción a esta tendencia, coincidiendo con la fase ascendente del ciclo económico a finales de la década de 1990 y alrededor de 2006-2007.

Durante los años de esta crisis la Unión Europea (UE) vive una disminución en la productividad horaria del trabajo paralela a la contracción de la economía. El continente europeo ha quedado dividido en un “centro” o “núcleo” con una industria sólida y potente, y en una “periferia” con una industria débil que muestra grandes dificultades para recuperarse de la crisis. (Pianta, 2013). Los datos sobre producción industrial de Eurostat confirman esta polarización. Tomando el año 2010 como base 100, en junio de 2013 los respectivos índices de producción industrial para los siguientes países eran: Alemania 110,2; Austria 105,8; Dinamarca 106 y Francia 102,6. En contraposición, están Italia cuyo índice era 96,9; España 95,9; Portugal 95,3 y Grecia 93,7. En la medida en que la industria y, más concretamente, las manufacturas se consideran el motor de la economía que influye y condiciona la evolución de otros sectores, este comportamiento es preocupante.

Todo esto sucede en un contexto donde la creciente importancia del capital o activo intangible como un motor de crecimiento de la productividad horaria del trabajo queda plenamente reconocida (Muntean, 2014; Corrado et al., 2012; Dal Borgo et al., 2012; Equist, 2011). Lo cual lo convierte en un factor clave puesto que, en última instancia, favorece el crecimiento económico y la competitividad.

En los últimos años, la inversión en capital intangible (activos intangibles) ha ganado peso frente a la del capital tangible, aunque dependiendo de los países, su contribución al crecimiento de la productividad horaria del trabajo es mayor o menor que la de los tangibles (Falk, 2013). Una posible explicación a estas diferencias, es que una vez una economía tiene una dotación mínima de capital tangible cubierta, puede destinar más recursos a la inversión en activos intangibles. A modo de información, conviene añadir que hasta hace poco el gasto en activos intangibles se trataba como un gasto corriente y no como una inversión, quedando excluida de las cuentas nacionales. Esto ha dado da lugar a que la inversión en la economía esté subestimada y proporcionando una imagen incompleta de las principales fuentes de crecimiento económico. Actualmente, la mayoría de países está subsanando este aspecto.

En las últimas dos décadas el renovado interés de muchos autores por tratar de encontrar explicaciones a las causas de dicha tendencia a la baja del crecimiento de la productividad ha dado lugar a la publicación de multitud de estudios de investigación (Strobel, 2012; Mas et al., 2012; Edquist, 2011; Timmer et al., 2011 y Corrado et al., 2005, 2006, 2009; entre otros). Éstos han demostrado que el aumento de la inversión en activos intangibles es responsable de una gran proporción del crecimiento no explicado de la productividad horaria del trabajo y, por lo tanto, del crecimiento económico.

La naturaleza del impacto de la inclusión del capital intangible en el modelo de contabilidad del crecimiento de Solow (1956) es similar en todos los países. Ésta determina un aumento en el crecimiento de la productividad y en la contribución de la intensidad del capital, y una disminución en el crecimiento de la productividad total de los factores (PTF). Éste último concepto viene a ser un cajón de sastre que recoge una parte no explicada de la productividad.

Así pues, una vez identificada la relevancia de la inversión en capital intangible, se trata de ir un paso más allá para averiguar qué tipos de activos intangibles pertenecientes a las diferentes categorías de intangibles son los principales impulsores del mismo. Corrado et al. (2006) [1] han definido tres grandes categorías de activos intangibles que los agrupan, éstas son: Información computerizada, Propiedad innovadora, Competencias económicas.

El estudio de la contribución al crecimiento de la productividad de la inversión en diferentes tipos de activos intangibles individuales en la industria manufacturera ha permitido identificar en qué medida un activo intangible considerado individualmente o qué combinación con otros activos intangibles promueve el crecimiento de la productividad (Corrado et al., 2014a; 2014b; 2013 y 2012). Los resultados obtenidos hasta ahora indican que los pertenecientes a las categorías propiedad innovadora y competencias económicas son los que más favorecen este crecimiento. También se ha demostrado que diferentes estrategias de inversiones en activos intangibles contribuyen de forma diferenciada al crecimiento de la productividad laboral, lo que da como resultado que los países muestren un comportamiento más favorable que otros.

Todo ello ha de permitir definir y establecer medidas adecuadas de política industrial para promover un mejor comportamiento del crecimiento económico y de la competitividad. En este contexto, se plantea la cuestión relativa a si los gobiernos pueden jugar un papel positivo ayudando a la industria de sus respectivos países, en particular, apoyando aquellos sectores manufactureros de alta productividad. Esto explica el resurgimiento y el renovado interés en la política industrial, en cómo definir e implementar objetivos específicos, pero también homogéneos (Dhéret, 2014; Pianta, 2013; O’Sullivan et al., 2013). Así pues, el rol y diseño de la política industrial está siendo revisado con la finalidad de proveer nuevas líneas de actuación para las autoridades de la Unión Europea (UE) para mejorar la evolución de la industria manufacturera y su competitividad.

Finalmente, añadir también que en el contexto de la economía del conocimiento y con el objetivo de dar un paso más en este contexto, sería interesante investigar el papel de la inversión intangible en la creación de un «centro» y una «periferia».


[1](i) Información computerizada: software y bases de datos;
(ii) Propiedad innovadora: R & D científica, diseño (incluye diseño arquitectónico y diseño de ingeniería), desarrollo de producto en la industria financiera, exploración de minerales y producción de originales artísticos. Esta categoría comprende toda la gama de activos relacionada con la protección de propiedad intelectual asociada con ellos.
(iii) Competencias económicas: inversión llevada a cabo por la empresa en publicidad & marketing (reputación), formación de capital humano en la empresa y capital organizativo. comprende la inversión en activos intangibles relacionados con el conocimiento por parte de la empresa para llevar a cabo su negocio.

Referencias Bibliográficas:
Corrado, C.; Haskel, J., Jona-Lasinio, C. and Iommi, M. (2012). “Intangible Capital and Growth in Advanced Economies: Measurement Methods and Comparative Results”, IZA Discussion Paper 6733. Available at ftp://repec.iza.org/RePEc/Discussionpaper/dp6733.pdf
Corrado, C., Haskel, J., Jona-Lasinio, C. and Iommi, M. (2013). “Innovation and intangible investment in Europe, Japan, and the United States”, Oxford Review of Economic Policy, 29 (2), 261-286.
Corrado, C., Haskel, J., Jona-Lasinio, C. and Iommi, M. (2014a). “Intangibles and industry productivity growth : Evidence from the EU”, Intan-Invest, (July), 1–30. Retrieved from http://www.coinvest.org.uk/pub/IntanInvest/WebHome/INTAN-Invest_Harmonized_Industry_Estimates.pdf
Corrado, C., Haskel, J., Jona-Lasinio, C. and Iommi, M. (2014b). “Internationally comparable macro-estimates of investment in intangible assets at the industry level: INTAN – Invest”, available at www.INTAN-Invest.net
Corrado, C., Hulten, C. and Sichel, D. (2005) “Measuring Capital and Technology: An Expanded Framework”, in C. Corrado, J. Haltiwanger, and D. Sichel (eds), Measuring Capital in the New Economy, National Bureau of Economic Research Studies in Income and Wealth, 65, 11-45, The University of Chicago Press, 2005.
Corrado, C., Hulten, C. and Sichel, D. (2006). “Intangible Capital and Economic Growth”, NBER Working Paper, 11948, National Bureau of Economic Research, Cambridge, MA.
Corrado, C., Hulten, C. and Sichel, D. (2009). “Intangible capital and US economic growth”, Review of Income and Wealth, 55 (3), 661–685.
Dal Borgo, M., Goodridge, P., Haskel, J., and Pesole, A. (2013). “Productivity and growth in UK industries: An intangible investment approach”, Oxford Bulletin of Economics and Statistics, 75, 806–834.
Dhéret, C. (2014). “Sharing the same vision – The cornerstone of a new industrial policy for Europe”, Discussions Paper, European Policy Centre, 1-15. Available at www.epc.eu.
Edquist, H. (2011). “Intangible Investment and the Swedish Manufacturing and Service Sector Paradox”, The Review of Income and Wealth, 57 (4), 658–682.
Falk, M. (2013). “New Empirical Findings for International Investment in Intangible Assets”, Working Paper, 30. Work Package 305, MS61 Research paper on the determinants of intangible investment and different types of innovation. Welfare, Wealth, Work for Europe. Available at www.foreurope.eu.
Keynes, J.M. (1936). The general theory of employment, interest and money. London: Macmillan,
Mas, M. et al. (2012). Industrial Productivity in Europe: Growth and Crisis. Editors: Matilde Mas & Robert Stehrer. Edward Elgar Editors.
Muntean, T. (2014). “Intangible Assets and Their Contribution to Labour Productivity Growth in Ontario”, International Productivity Monitor, 27, 22–40.
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Pianta, M. (2013). “An Industrial Policy for Europe”, Socialist Project, Global Research and also as paper for the 19th Conference on Alternative Economic Policy in Europe, London 20-22 Sept 2013.
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Smith, A. (1776). An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, Ed. W. Strahan & T. Cadell, London (UK).
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Strobel, T. (2012). “New evidence on the sources of EU countries’ productivity growth-industry growth differences from R&D and competition”, Empirica, 39 (3), 293–325.
Timmer, M. P., Inklaar, R., O’Mahony, M. and van Ark, B. (2011). “Productivity and economic growth in Europe: A comparative miento económico, productividad del trabajo y el e-Learning. Es miembro del grupo de investigación Management & eLearning (MeL).
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Autor / Autora
Doctora en Economía y Directora del Grado en Economía de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya UOC
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