¿Son los indicadores contables buenos predictores del fracaso empresarial?

16 noviembre, 2017

EMPRESA – Artículo publicado a 16 de Noviembre de 2017.


La reciente crisis económica y financiera ha puesto de máxima actualidad el debate entorno a la fiabilidad de los modelos de predicción del fracaso empresarial. La insolvencia es un problema que atañe a accionistas, proveedores, entidades financieras y trabajadores; por ello es importante conocer la capacidad predictiva de los modelos basados en ratios contables.


En este contexto, el modelo z-scoring de Altman (1983) sigue siendo uno de los más utilizados, a pesar de sus limitaciones para determinar la probabilidad del fracaso empresarial, tanto si el fracaso es ‘legal’ al haber instado un concurso de acreedores, como si se corresponde a una insolvencia económica ‘real’, entendida como la incapacidad de la empresa para atender a sus obligaciones al vencimiento.

El cálculo del indicador z-scoring de Altman es sencillo de obtener pues sólo necesita datos contables públicos de las empresas. Debido a su sencillez, este indicador forma parte de buena parte de los informes de solvencia que se emiten en relación a una determinada compañía, pero a su vez el hecho que no incluya variables relativas a condicionantes no financieros como situaciones crediticias, laborales o judiciales, entre otras, genera dudas sobre su capacidad de predicción.

En un estudio efectuado sobre las 1.132 empresas españolas que en febrero de 2017 estaban en situación de concurso de acreedores, y para un periodo de once años, se analizó la capacidad predictiva del citado modelo para detectar situaciones de concurso de acreedores. A su vez y para cada sociedad, se procedió a calcular una nueva variable, denominada “retraso temporal”, que muestra la diferencia entre la primera vez que el índice de un modelo detecta posibles problemas financieros hasta que efectivamente se insta el concurso de acreedores de forma oficial.

Los resultados obtenidos muestran una elevada capacidad predictiva del modelo al haber detectado en el 87% de los casos posibles problemas financieros previamente al concurso de acreedores.

Sin embargo esta capacidad predictiva no es consistente con el momento en que dicha insolvencia es legalmente reconocida. Así, el modelo Altman detecta en un 70% de los casos posibles problemas financieros entre 6 y 12 años antes de instar el concurso de acreedores, correspondiendo mayoritariamente (84%) al periodo de pre crisis (del 2005 al 2007). En cambio en un 23% de las observaciones el retraso temporal fue de entre 1 y 3 años ubicándose principalmente (67%) en el período de post crisis (del 2014 al 2015). Y sólo en un 7 % de las sociedades el retraso fue entre 4 y 5 años situándose en el periodo de crisis, del 2008 al 2013.

Teniendo en cuenta que la declaración de concurso de acreedores no se justifica por causas exclusivamente financieras, sino que está influenciada por otras circunstancias que escapan de la capacidad de detección que tienen las cifras contables, podemos concluir que el modelo z-score de Altman es un buen predictor de dificultades financieras. Si bien no predice necesariamente, o en un plazo determinado, la formalización del concurso de acreedores. Es más, los resultados confirmarían como la capacidad de las empresas para resistir situaciones adversas se deteriora cuanto más dilatado es el periodo de recesión económica, siendo más vulnerables una vez se ha iniciado el periodo de recuperación.

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Autores / Autoras
Doctora en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona. Master en Dirección Fiscal y Financiera por la Universidad de Barcelona. Desde febrero de 2019 es Vicerrectora de Empleabilidad y Competitividad de la UOC.
Profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya. Doctora en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Politècnica de Catalunya y Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Barcelona. Miembro del grupo de investigación MeL (Management & eLearning) reconocido por e-Learn Center-UOC (eLC). Sus intereses de investigación se sitúan en el ámbito del e-learning y el e-assessment orientado al aprendizaje de la contabilidad.
Profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya. Doctor en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Politècnica de Catalunya. Máster en Dirección Fiscal y Financera de la Empresa por la Universitat de Barcelona. Experto en compromiso organizativo, contabilidad financiera, contabilidad de costes, sistemas de gestión empresarial, análisis financiero y ética empresarial. Miembro del grupo de investigación MeL (Management & eLearning) reconocido por e-Learn Center-UOC (eLC). Sus principales intereses de investigación son el Compromiso Organizativo de los trabajadores con su organización, los sistemas de control de gestión así como el impacto de la docencia en línea en las capacidades profesionales.
Comentarios
Carlos20 noviembre, 2017 a las 9:58 pm

¿Han evaluado alguna vez lo tarde que se declaran los concursos? Por mi experiencia, creo conocer que en general las empresas tardan mucho en ir a concurso, lo retrasan tanto que acaba siendo contraproducente y en general lo que se declara es directamente la quiebra.

¿Hay ratios de empresas a las que el concurso les haya sido positivo? Personalmente no conozco nada más que un caso aislado.

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    Àngels24 noviembre, 2017 a las 11:28 am

    En relación a lo que comenta lo que incorpora nuestro estudio es el periodo de retraso desde que la empresa muestra, contablemente, que padece problemas financieros, hasta la declaración efectiva de la situación concursal. Este lapso temporal ha sido más laxo en periodos pre-crisis, donde las empresas disponían de un cojín superior de recursos, que al final de la crisis donde las empresas ya no disponían de margen de maniobra para afrontar la insolvencia. Lo que parece claro, es que en la declaración formal de la insolvencia intervienen muchos más factores que los exclusivamente financieros.

    En relación a la segunda cuestión planteada, no hemos realizado ninguna investigación al respecto pero circulan estudios que cifran en porcentajes inferiores al 10% las empresas que sobreviven una situación concursal.

    Gracias por la lectura y los comentarios!

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Joan Llobet24 noviembre, 2017 a las 2:10 pm

en relación a la primera pregunta/refelxión, decir que la investigación se ha realizado sobre las empresas que habian solicitado formalmente el concurso de acreedores. Analizando empresa por empresa, decir que a menudo la mayoria de ellas llevava varios años que los indicadores contables indicavan posibles problemas financieros.

en relación a la segunda pregunta, entiendo que te referies a si han remontado el concurso de acreedores, una vez solicitado? si es así, decir que no hemos hecho este tipo de investigación. Nos lo anotamos para futuras investigaciones ya que puede ser muy útil para detectar la bondad del concurso de acreedores.

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