‘Scripts’ y las webs que nos espían
14 agosto, 2018
MARKETING – Artículo publicado a 14 de Agosto de 2018.
No es ningún secreto que las empresas necesitan recoger datos de sus usuarios y compradores para mejorar sus productos y analizar los métodos de compra para ofrecer más y mejores servicios a sus potenciales clientes.
Es conocido que el sector de compra por Internet, las compras on-line, son las que más incremento están teniendo en los últimos años, de ahí que cada vez más las empresas se focalicen en ofrecer una experiencia de usuario y de compra más ajustada a las necesidades, con el objetivo de que la ratio de compras efectivas sea la más alta posible.
Pero lo que mucha gente no conoce, y debería saber, es que muchas de estas empresas con presencia on-line (prácticamente las 500 webs más visitadas a nivel mundial lo realizan) nos “espían” literalmente cuando estamos introduciendo datos en su página o cuando realizamos movimientos del ratón por su web. Es lo que podemos llamar como “scripts espías” y que están presentes en la mayoría de navegaciones por Internet que realizamos de forma habitual.
Para representarlo de una forma gráfica y rápida es como si cada vez que introducimos datos en las páginas web tuviéramos alguien que nos estuviera mirando lo que escribimos por encima del hombro, en definitiva, un Gran Hermano que ni el mismo G. Orwell hubiera podido soñar en su magnífica novela ‘1984’. Pero tampoco hay que ser alarmista y pasar al otro extremo: dejar de comprar por Internet para evitar ser “espiado” y “cazado” en la Red.
Estas webs, de las que son propietarias las empresas más importantes y con más presencia en Internet, utilizan unos pequeños programas, llamados “scripts”, que realizan una función de reconocer por donde se mueve el ratón y qué teclas son las que presionamos en cada punto de la web, básicamente es un gran recolector de datos y su finalidad, entre otras muchas, es la de ofrecer datos fiables a la empresa para poder mejorar muchos aspectos de la propia web, como pueden ser los siguientes:
- Mejorar el diseño de la página web, de forma que aquellas zonas de la web donde menos interacción hay se mejoren o se reposicionen en otro sitio para ser más efectivas. Para las webs con ofertas de última hora puede llegar a ser fundamental para poder colocar estos productos a tiempo.
- Mejorar la interacción con el usuario: si se analiza que el usuario realiza muchos movimientos de ratón o bien introduce demasiada información en los formularios, estos pueden mejorarse para una mayor tasa de ventas y un menor tiempo de visita en la página web.
- Mejorar la competitividad de la web: cuanta más información se obtenga de los usuarios de la web más posibilidades de mejorarla y liderar la carrera de la competitividad frente a la competencia.
Hay que señalar que, para muchas empresas, acceder a un estudio de mercado para conocer en profundidad las bondades del producto o de su web puede ser caro, por lo que pueden recurrir a empresas especializadas que, por un precio inferior, pueden ofrecer datos muy valiosos sobre los internautas que visitan las páginas web y las posibles mejoras a introducir para incrementar la presencia en canales electrónicos y aumentar las ventas en este sector. Sin presencia on-line no hay continuidad en el mundo actual.
Pero no todo es tan fácil a la hora de capturar estos datos: hay que tener presente que la persona que entra en estas páginas, debería ser informada de forma expresa y clara de que sus datos pueden ser recogidos y analizados, aparte de indicar la finalidad de los mismos, hechos que no siempre están presentes en estas páginas y conducen a esta sensación de ser “espiado” en prácticamente cualquier momento.
Estas malas prácticas, o la no información de estas prácticas, es lo que lleva a lo que se conocer como “dirty data” o datos sucios: aquella información falseada por los usuarios de las páginas webs para, precisamente, evitar ser espiados por estas compañías. Estas prácticas no muy claras llevan a los usuarios a un grado de desconfianza en la Red y a falsear datos para así evitar ser seguidos o bien no dejar un rastro real.
Por el lado contrario, las empresas pueden ver alterados los datos por estas prácticas poco ortodoxas, de forma que una campaña que pretendía conocer mejor a los usuarios potenciales puede llevar e inducir a errores que, a la larga, implicarán obtener peores campañas y no mejorar los resultados en ventas o en nuevos usuarios. Para evitar estos males a medio y largo plazo lo mejor es seguir unas pequeñas reglas básicas a la hora de realizar una campaña con este tipo de “scripts” en una página web:
- Informar al cliente o usuario. Cuanta más transparencia ofrezca la empresa en su página web sobre los datos a recopilar mejores resultados se obtendrán, aparte de evitar posibles sanciones por el uso indebido de los datos personales recogidos y guardados.
- Dejarse aconsejar por un proveedor de confianza. Si se quiere realizar una campaña con este tipo de servicios, lo mejor es que lo realice una empresa conocedora del sector y con experiencia en otras campañas. Las referencias serán un buen punto de partida.
- Realizar un buen estudio de los datos obtenidos. La información recogida debe servir para mejorar los procesos internos y ofrecer mejoras a los potenciales nuevos usuarios.
Las empresas están en continua evolución y una buena interacción con sus clientes, tanto actuales como potenciales, siempre traerá beneficios para ambas partes. Pero desde los dos lados de la ecuación es importante que la transparencia y el buen hacer estén siempre presentes: las empresas necesitan a sus usuarios y los clientes necesitan productos que se adapten a sus necesidades y nuevas formas de adquirirlos que faciliten el poco tiempo libre del que se dispone. Una buena interacción entre las dos partes siempre ofrecerá resultados positivos tanto a corto como a largo plazo.
