Un estudio de la UOC analiza el mercado laboral español

11 febrero, 2019

Desde mediados de 2013 el mercado laboral ha vivido una aparente recuperación. Los últimos datos sobre el paro en España son los mejores desde hace años y esto es siempre una buena noticia. ¿Pero para todos?

La recuperación de la economía española

La bajada de la cifra de desempleo está llegando a niveles de paro estructural, es decir, el tipo de paro que se considera como normal o asumible en una economía saneada. Entonces, ¿qué pasa cuando la demanda laboral está saciada?

Desde el punto de vista clásico, se dice que una economía liberal funciona en el pleno empleo y por lo tanto, no se considera este grupo de desempleados. Desde una visión más crítica con el capitalismo, se dice que el paro estructural es un colchón de trabajadores que tienen las empresas para acudir a ellos en caso de “emergencia”.

Se mire por donde se mire, lo que está claro es que los parados que se encuentran o se categorizan en este grupo tienen un grave problema, ya que directamente no se les tiene en cuenta.

Por otro lado, si eres mujer, entre 35 y 49 años, de Baleares, con estudios de secundaria y anteriormente has trabajado como técnica científica en el sector de la intermediación financiera, seguros, actividades inmobiliarias, servicios profesionales, científicos, administrativos, entre otros, estás de suerte. Tienes el perfil más proclive a recuperar el trabajo si lo has perdido o estás a punto de hacerlo.

Las primeras conclusiones de un estudio que estamos realizando en la Universitat Oberta de Catalunya, indican que, entre aquellos que declaran haber encontrado trabajo durante el periodo de recuperación de la economía española, las personas con los atributos anteriormente citados tienen una probabilidad más alta de recuperar el trabajo.

¿Qué se valora en la candidatura a un empleo?

Según el estudio, algunos de los atributos son innatos a la persona: si uno es hombre en vez de mujer, no sólo no tiene ninguna culpa sino que además poco puede hacer para cambiarlo. Tampoco puede modificar su edad, ni es recomendable tener prisa. Pero en este caso, a diferencia de la muestra realizada entre toda la población con y sin experiencia laboral, parece que la edad juega a favor de la reincorporación laboral. Y es que se valora tener una cierta edad, siempre que ello suponga mayor experiencia laboral.

De hecho, esta experiencia puede llegar a suplir ciertas carencias formativas. Es cierto que, en general, tener una cualificación alta es positivo para encontrar trabajo, y además con un buen contrato. Y que aquellos sin estudios o sólo con educación primaria tendrán muchas más dificultades para entrar de nuevo en el mercado laboral. Pero también es cierto que un nivel secundario de formación es equivalente a la educación superior.

En cualquier caso, tener formación ayuda.

Otra cosa es que el trabajo esté a la altura de la graduación de la persona, a su nivel educativo. Hay varios estudios que afirman que esta está siendo una de las principales carencias de la reestructuración postcrisis del mercado laboral español.  Se evidencia un desajuste entre el nivel de educación adquirido y el necesario para el trabajo encontrado, existiendo un problema de sobreeducación.

Tal como decíamos antes, parece que vivir en las Baleares aumenta la probabilidad de recuperar el trabajo. No obstante, también es mayor la probabilidad de perderlo, pues existe una importante estacionalidad en las turísticas islas, que hace que los contratos tengan un fin y un inicio a lo largo de un mismo año.

Las TIC sacuden el mercado laboral

En el estudio, además, hemos valorado dos elementos importantes: qué tipo de trabajo ejercía la persona en el antiguo puesto ocupado y en qué sector de actividad se englobaba a la empresa.

Del segundo factor aún no se extraen conclusiones claras, pero en cambio, podemos decir que el tipo de experiencia laboral influye mucho. En este sentido, haber tenido trabajos de los llamados white collar es un punto a favor para ser recontratado, mientras que los que pierden trabajos más mecánicos tienen dificultades en encontrar una nueva ocupación.

Este desplazamiento, junto a la carencia de formación, debería crear una gran preocupación en ciertos sectores de la sociedad. Los puestos de trabajo que la incorporación de las TIC está destruyendo son los que luego tendrán más problemas para restablecer su situación laboral y tienen todos los números de acabar formando parte del llamado paro estructural.

Viendo el vaso medio lleno, los que cumplen una serie de requisitos necesarios en el presente y futuro mundo laboral, se encuentran ante un escenario positivo y de recuperación.

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Autor / Autora
Es profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Doctor en Economía por la UOC:
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